sábado, 14 de enero de 2012

Recortar el camino


El debate sobre la política económica en Europa, se ha centrado en la reducción del déficit público mediante recortes en el gasto público, por ejemplo en prestaciones por desempleo. La premisa es que esos recortes darán confianza a los mercados financieros, lo cual alentará la inversión y el empleo. En algunos casos, las políticas de austeridad en el gasto público se ven acompañadas de recortes sociales en el sector privado como es la reducción de los salarios y los costes del despidos.
Resulta indispensable reducir el déficit público a medio plazo y fomentar la creación de empleo mediante reformas adecuadas. Pero la estrategia de los recortes sociales parece no ser la forma de conseguir el objetivo y no logra crear los puestos de trabajo que necesita Europa para emprender la senda de la recuperación.
En el sector público, los recortes representan una reducción drástica de la demanda pública y afectan directamente al crecimiento, tal y como muestra el estancamiento económico observado durante el tercer trimestre de este año. Por otra parte, la caída de la demanda pública no se verá contrarrestada por un aumento de la demanda privada (sobre todo el consumo de las familias y la inversión de las empresas). En efecto, muchas familias y empresas se están desendeudando y no responderán a los recortes sociales gastando más. La reducción de la demanda pública tampoco podrá verse compensada por el aumento de las exportaciones. Es cierto que las exportaciones españolas han venido creciendo en torno a un 15% por año desde que se inició la austeridad —lo cual por otra parte demuestra que la economía española no tiene un problema fundamental de competitividad, ni tampoco sufre de salarios demasiado altos, como mantienen algunos analistas. Pero este resultado no es sostenible ya que los países importadores están emprendiendo la senda de los recortes sociales, y ello deprime las ventas españolas en el exterior.
En vez de recortes sociales en el sector público, es importante apoyar el empleo mediante políticas de apoyo a los desempleados. Según el Informe de la OIT sobre el mundo del trabajo, la combinación de prestaciones por desempleo y de medidas de apoyo a la colocación aumentaría el empleo en torno a un 0,7% —incluso teniendo en cuenta el impacto negativo ligado al aumento de recursos públicos para financiar esos gastos de apoyo al empleo—.
Existen soluciones como sistemas de garantías de crédito a nuevas empresas como en Alemania. O la puesta en marcha de un banco financiado por fondos públicos (en vez de que estos se inyecten en instituciones que no han funcionando adecuadamente) y que se dedique a la promoción industrial, como en Brasil. Los recortes sociales deprimirán los mercados y dificultarán la creación de nuevas empresas.La estrategia de los recortes sociales tampoco facilitará la transición hacia sectores donde se sitúan los yacimientos de crecimiento y empleo. En países como Reino Unido y España, parte de la base productiva se perdió con el estallido de la burbuja financiera o inmobiliaria. La recuperación se producirá sobre otras bases. Por ello es fundamental que se reanude el crédito a las empresas, sobre todo a las más pequeñas, y el apoyo a los emprendedores. De esta forma, y evitando recortes sociales que debilitan la demanda, se estimulará la inversión y la creación de empleo.
Para finalizar, y en relación a los recortes sociales en el ámbito privado, la mera reducción de los costes del despido no permitirá crear empleo por lo menos a corto plazo. Con estas políticas lo que se pretende es estimular la contratación. Pero esto no ocurrirá en el contexto recesivo actual cuando lo más importante es mantener efectivos en empresas sostenibles y facilitar la movilidad y la colocación de desempleados en sectores de futuro, aquellos que ya han empezado a crecer como, en el caso de España, los sectores orientados hacia la exportación, economía verde, etcétera.
Lo que sí es importante es atajar la temporalidad en el empleo, que es el principal problema que tienen los mercados laborales en varios países europeos. Ello requiere mejorar los servicios públicos de empleo y la equiparación gradual de la indemnización por despido entre los contratos temporales y los contratos indefinidos. Este es el sistema que adoptó exitosamente Austria mediante diálogo social en 2002.
A veces se piensa que los mercados son el principal escollo a la adopción de medidas favorables al empleo, por el coste que suponen para el erario público. En realidad, los accionistas e inversores deberían beneficiarse del crecimiento económico y la creación de puestos de trabajo. Se trata de la mejor garantía para reducir el déficit público y recobrar la confianza de la ciudadanía.
Europa se recuperará si se dota de una visión de conjunto centrada en lo que de verdad importa, y se aleja de medidas contraproducentes como los recortes sociales.

viernes, 13 de enero de 2012

Los pobres más pobres

La expresión "con esta crisis los ricos serán más ricos y los pobres más pobres" cobra más sentido que nunca tras conocerse el ranking de crecimiento de desigualdad de la OCDE. Los recortes sociales llevados a cabo por toda Europa para reducir el temido déficit deja tocada la microeconomía de cada uno de los hogares europeos, pero a todos no afectan por igual. 

O si no que se lo digan a los británicos, su país lidera este ranking  donde los ingresos medios del 10% más rico son al menos 12 veces superiores al promedio del 10% de los más pobres, las familias con hijos son las que se llevan la peor parte, y las medidas de austeridad del Gobierno de David Cameron sólo agudizan el problema.

Así lo pone de manifiesto el informe sobre “El impacto de las medidas de austeridad en los hogares con niños”, realizado conjuntamente por los Institutos de la Familia (FPI) y de Estudios Fiscales (IFS), que denuncian cómo las políticas de recortes sociales emprendidas por el Ejecutivo conservador están provocando graves pérdidas de ingresos en estos hogares. Según el estudio, las rentas medias de las familias con niños se verán reducidas un 4,2% entre los bienios 2010-2011 y 2015-2016, lo que supone la pérdida de unas 1.250 libras (unos 1.500 euros) al año en el caso de familias con dos hijos.

Los cambios en las políticas fiscales y de ayudas han supuesto un duro castigo para estos hogares, aún mayor que en el caso de familias sin hijos, cuya caída de la renta sería de unas 215 libras (258 euros) anuales (el 0,9%) o, incluso, de los pensionistas. Medidas como la subida del IVA al 20%, el freno en los créditos, los recortes en las ayudas a la vivienda y la congelación en ayudas de guardería son algunas de las causas que propician este deterioro social, según recalca el informe.

En territorio nacional la situación no es mucho más estable, según indica en su revisión trimestral de la situación social y laboral en la UE, el Ejecutivo comunitario considera que el crecimiento económico previsto para 2012 en los Veintisiete (0,6%) no será suficiente para mejorar la situación del empleo. “Se espera que el crecimiento del empleo se paralice en 2012. Como resultado, el paro no bajará en el horizonte del pronóstico, manteniéndose alrededor del 9,8% en la UE”, señala Bruselas. Según los datos de la CE, el desempleo de larga duración afecta a alrededor del 40% de los parados en España.


La Comisión atribuye gran parte de los problemas del mercado laboral español a las normas que obligaban a hacer fijo o a despedir a un trabajador tras dos años de contratos temporales. “Esto produce una constante rotación de trabajadores temporales con la consecuente pérdida de motivación y acumulación de cualificaciones”, señala.
Mientras tanto en el seno de la UE el “liderazgo” de Merkel y Sarkozy, siguen enfrascándose en la aplicación de las políticas de recorte más radicales. Las medidas que se han planteado en los últimos años se han venido justificando como las necesarias y dolorosas recetas para salir de la crisis. Recetas con unos efectos secundarios como:
- Agravar la crisis. La Unión Europea está entrando en una recesión. Esto ya nadie lo pone en duda. Es decir, el argumento de que así se sale de la crisis es falso.
- Están suponiendo un empobrecimiento generalizado de la mayoría de la población. Aumenta el paro; los trabajadores y trabajadoras pierden poder adquisitivo, se precariza su empleo de distintas formas; las pensiones se congelan o incluso se recortan; otras prestaciones sociales siguen por el mismo camino y se anuncian nuevos recortes; se plantea extender y ampliar el copago sanitario, como acaban de hacer en Portugal.
- Las políticas de privatización y subcontratación hacen que una minoría haga negocio con las necesidades de la gente.
- Están destruyendo países enteros. La situación de Grecia, Portugal, Irlanda es tremendamente grave. A estos hay que sumar lo ocurrido o lo que puede suceder en Italia o España. Pero no es una lucha entre países. En todas partes (Francia y Alemania incluidas) las clases populares están pagando las consecuencias de una política inmoral.
- Llevan a un descrédito absoluto de la clase política, que deja de ser representativa de la sociedad. Entre quienes tienen opción de gobernar no hay diferencias. La negativa de la existencia de alternativas lleva a una crisis política de gran calado.
Todo esto supone poner en el punto de mira las políticas neoliberales que con la justificación de salvar Europa están destruyendo el estado de bienestar de los países miembros.